*TRADICIONES Y COSTUMBRES*

10.09.2013 09:32

Santo Domingo Petapa

Al igual que todos los pueblos que pertenecen a la cultura Zapoteca, posee una inmensidad de costumbres y tradiciones que han sobrevivido a lo largo de varias generaciones.

Actualmente muchas de ellas se han perdido debido a la influencia de costumbres extrangeras, es necesario hacer que no quede en el olvido el legado de nuestros antepasados.

Dentro de las principales costumbres de nuestro pueblo se encuentran las siguientes:

Día de Muertos (Xandu):

Los Dominganos celebran a su difuntos colocando un altar en su domicilio, decorados con flores de cempazuchitl, sobre ella encienden velas de cera, queman un incienso llamado Saumerio en bracerillos de barro cocido, colocan imágenes religiosas y los retratos de sus seres fallecidos. En platos de barro cocido se colocan los alimentos que los difuntos gustaban cuando estaba vivos, estos son productos que generalmente se consumen en la localidad, platillos propios de la región como por ejemplo: bebidas embriagantes o vasos con agua, jugos de frutas, panes de muerto adornados con azúcar e incluso con forma humana. Galletas, tortilla de horno, frutas y dulces hechos con calabaza, los tamales y el chocolate; esta celebracion comienza el 31 de octubre y culmina el 3 de noviembre.
Estos dias los panteones Santa Teresita y el Panteon general es muy concurrido.
 

Semana Santa (Naba'na):

Los Dominganos conocemos a la Semana Santa o Semana Mayor como Naba'na, semana en la que se recuerda la muerte de nuestro señor Jesucristo, es por eso que respetan la tradicion de no consumir carnes en este periodo, por lo que se acostumbra a consumir alimentos típicos de la región como frijoles con nopales, pescados lampriados (capturados en los rios de las comunidades); en el caso de la comunidad católica es común ver procesiones en esta época, como “el Viacrucis”….

Boda Domingana

Anteriormente, era muy peculiar ver en nuestro municipio la boda tradicional zapoteca o mixe, de acuerdo a las costumbres propias de cada grupo étnico; actualmente debido a la introducción de costumbre extranjeras, las bodas típicas y tradicionales ha perdido auge; a pesar de esto en nuestro pueblo existen dos formas de llevarse a cabo: que la novia sea pedida o mediante el “Rapto”, este ultimo es el mas conocido.

Independientemente del tipo de boda, ambos se caracterizan por unir a dos familias que el día de la pedida de la novia o el rapto de la misma llegan a acuerdos para realizar los festejos; cada familia es representado por una persona mayor conocida como “chagoola”, estos llegan en común acuerdo sobre la fecha de la boda y la forma en que se va a realizar la misma.

Generalmente una boda domingana dura aproximadamente 4 días, y suelen efectuarse los fines de semana (esto es geralmente), siendo así, los preparativos en la casa del novio comienza dos dias antes, es decir el jueves, los familiares mas cercanos se juntan para apoyar a los novios, ese día se realizan los típicos tamales de frijoles (llamados tamalito de capa o bazindina), que serviran para ofrecerle a los invitados del siguiente dia acompañado de tazas de café; para el dia viernes el numero de invitados incrementan en ambas familias, cada uno de ellos llega con su “guelaguetza” (guele ragano') o apoyo para la familia, esto puede ser mediante productos (maiz, café, algun producto a utilizar en la comida), animales (gallinas, guajolotes, reses) o dinero en efectivo (gu'na o limosna)

En la víspera de la boda, familia del novio va a la casa de la familia de la novia para cerrar el compromiso, esta reunión culmina con un pequeño refrigerio que consiste en atole de maíz con gotas de cacao molido y los típicos tamales.

El día de la boda se reunen ambas familias, generalmente, el festejo se lleva acabo en la casa del novio, la tradicional Zandunga y el Mediu-xiga (son de cooperacion) sones que no pueden faltar; al siguiente dia se lleva a cabo la típica y tradicional Lavada de Ollas, siendo los anfitriones la familia de la novia, se denomina así porque es el día en el que las Dominganas asisten a cada de los novios a lavar los utensilios utilizados en la fiesta.

A grandes rasgos es así como se lleva a cabo una boda en nuestro municipio.…

Fiestas patronales

La Comunidad católica de nuestro municipio se caracteriza por celebrar fiestas en honor a diferentes santos; estas fiestas se ven galardonadas por las mujeres dominganas que portando el típico traje regional istmeño alegran los estanes en cada baile popular (anteriormente eran enrramadas), cada fiesta se distingue por su típica regada de frutas, baile popular y la tradicional lavada de ollas, algunos de ellos incluye jaripeos y convite de flores.

 

Tradiciones mazahuas

La cultura mazahua representa, en la actualidad, uno de los grupos indígenas más arraigados en el Estado de México. Sus comunidades se localizan en el noroeste y comprenden municipios como Atlacomulco, Jocotitlán, El Oro, San Felipe del Progreso, Ixtlahuaca, Villa Victoria, Villa de Allende, Donato Guerra y Temascalcingo.

Los mazahuas han conservado la tradición de no sepultar a sus muertos al azar; por el contrario, cada familia tiene su propio espacio. Los esposos son enterrados lo más cerca posible uno del otro; los hijos, alrededor de sus padres, y los nietos, en torno de aquellos, en sucesiones generacionales.

Al llegar el Día de Muertos, consideran indispensable visitar a sus familiares que están en el panteón para evitar la cólera de éstos y ser perjudicados. También representa un acto comunitario, pues se sienten comprometidos con los vivos, ya que de no visitar a sus difuntos, sufrirán el descontento y discriminación de los otros mazahuas por haberse olvidado de sus muertos.

Por otra parte, tienen la creencia de que tanto el bien (Dios) como el mal (el demonio y la llorona) viven en el panteón y que, en las fechas de muertos, el mal sale de él para ocasionar desgracias. Por tal motivo, sobre las tumbas colocan losas o monumentos con una imagen en relieve para que el mal no se acerque a hacerles daño.

Por sus costumbres ancestrales, continúan respetando sobre todo a los abuelos. Fueron ellos, en vida, los que detentaron la mayor autoridad y aconsejaron en su actuar a la familia. El abuelo y la abuela son adornados con la misma categoría y en similitud de cruces y flores; en caso de que la esposa haya sido madre política, su tumba presentará menos arreglos. Las flores y veladoras significan que los familiares difuntos son bienvenidos. Además, se adornan con rosarios confeccionados con flores de muy diversos colores; el número de rosarios también es un indicador del lugar que el difunto ocupó en la familia. Asimismo, la repartición del tipo de flor depende de la jerarquía del difunto; por ejemplo, las gladiolas moradas son colocadas en las tumbas de los abuelos, ya que éstas son las más caras.


Posteriormente, beben y comen con ellos, y platican entre sí con la finalidad de que el difunto se entere de los últimos acontecimientos del poblado. Cuando los parientes se encuentran sepultados en distintos puntos del panteón, van recorriendo tumba por tumba a fin de que todos los difuntos sean visitados por igual. Después de visitar a sus muertos, los mazahuas conviven en las afueras del panteón con familiares y amigos. Comen principalmente barbacoa y frutas, mientras que niños y jóvenes se divierten en los juegos mecánicos y en la lotería.

 

OAXACA

Boda en Atzompa: Cuando uno estudia la cultura de los antiguos mexicanos, entiende que poco ha cambiado en estos últimos cinco siglos de colonización. En lo más profundo y esencial, las estructuras filosóficas, religiosas y sociales siguen siendo las mismas… diferentes en forma, pero esencialmente las mismas en su fondo. Y no podría ser de otra manera, la civilización del Anáhuac no ha muerto, solo se ha “encubierto”. Sorprende encontrar tantos paralelismos entre las bodas, los quince años, los bautizos y las primeras comuniones que actualmente se llevan a cabo y las que nuestros Viejos Abuelos hicieron a lo largo de 7 mil quinientos años de Desarrollo Cultural.

Fiesta de Muertos en San Jerónimo Yahuiche: Dos pueblos en el mundo viven especialmente la pasión de la muerte, el egipcio y el mexicano. Y dos son las grandes fechas que unen a todos los mexicanos, de Norte a Sur, ricos y pobres, el día de Guadalupe-Tonatizin y la Fiesta de Difuntos.

En Oaxaca esta fecha es muy importante y mueve profundas estructuras psicosociales y culturales, que vienen desde los ancestrales tiempos de nuestros Viejos Abuelos.

MUJERES DE LUZ Y FUEGO: Las fiestas oaxaqueñas se llenan de luz y color cuando las “Chinas” bailan sobre su cabeza las canastas de flores y fuegos de artificio.

MAYORDOMÍA DE SAN JERÓNIMO YAHUICHE: La civilización del Anáhuac, desde la más remota génesis se desarrolló en base al comunitarismo. Para los herederos directos de esta milenaria forma de entender el mundo y la vida, la comunidad esta sobre la individualidad. Los intereses del pueblo están por encima de los intereses de los individuos. La propiedad comunal sobre la propiedad privada. El interés colectivo sobre el interés privado.

La Guelaguetza:El origen más remoto de la Guelaguetza, seguramente se sitúa en la formación de la llamada Cultura Madre. En efecto, los olmecas son la cultura mas Antigua de México y los expertos sitúan su origen mil quinientos años antes de la era cristiana, entre los estados de Veracruz y Tabasco.

De esta manera, podemos afirmar que todos los pueblos indígenas de México y de Centroamérica, aunque son diferentes, poseen los mismos valores, principios, fiestas, usos y costumbres. Solo que cada uno le da su toque particular y en eso consiste la riqueza caleidoscópica de nuestra diversidad.

LA FIESTA, LOS NIÑOS Y LOS PERROS: La cultura popular tiene -la ley de las tres “as”-. Para que toda actividad pueda llamarse de “cultura popular” por fuerza necesita ser: autónoma, anónima y autofinanciable.

LA CALENDA OAXAQUEÑA: En los más de siete milenios en que se desarrolló la civilización “propia-nuestra”  del Anáhuac, las fiestas fueron el instrumento social que permitía el potenciar y expandir la energía espiritual que generan los grupos humanos en este tipo de actividades.

Tradiciones en Peligro de Extinción

1 Enero, 2009 - 18:42

CREDITO: 

Alberto Pérez-Jácome

En estas fechas navideñas es más fácil ver coches con cuernos y nariz de alce o con sombreros de Santa Claus que ver grupos de jóvenes en procesión, pidiendo fruta y dulces de puerta en puerta mientras cantan “La Rama”.

En estas fechas navideñas es más fácil ver coches con cuernos y nariz de alce o con sombreros de Santa Claus que ver grupos de jóvenes en procesión, pidiendo fruta y dulces de puerta en puerta mientras cantan “La Rama”. Igual sucede con las tradiciones de Día de Muertos, que han sido paulatinamente desplazadas por las de un Halloween que no pertenece a nuestra cultura. La llegada a México de costumbres y productos extranjeros pone en peligro de extinción a nuestras fiestas, tradiciones y expresiones artísticas.

Hace algunos años, la gente de varios pueblos en México todavía vestía con la ropa típica de esa región: huipiles, jorongos, camisas de manta, sombreros, huaraches, etcétera. Ahora, estos productos sólo se consiguen en mercados y sitios turísticos y en muchos casos, ya no los usan ni las personas que los venden. Tristemente, es común ver que el vendedor de la ropa típica mexicana porte una T-Shirt con el logotipo de alguna marca deportiva y una gorra de un equipo de beisbol de Estados Unidos, sin saber lo que significan.

En el Día de Muertos, por ejemplo, es más fácil conseguir una calabaza que una calavera de azúcar. Igualmente, es más probable encontrar decoraciones hechas de plástico en vez de las delicadas hojas de papel picado. Por último, hemos visto ya en los panteones la proliferación de flores artificiales que poco a poco sustituyen a las naturales.

Volviendo a la época de Navidad, los Reyes están siendo desplazados cada vez más por Santa Claus, al igual que las posadas han ido perdiendo su verdadero sentido. Antes, una Posada era una reunión en donde familiares y amigos convivían recordando el significado de la Navidad, cantando, comiendo tamales y buñuelos, partiendo una piñata de barro en forma de estrella (no como las de ahora en forma de superhéroe) y tomando ponche que a veces se adicionaba con “piquete”. Ahora, las posadas han perdido ese sentido de sana convivencia y se han convertido en borracheras y fiestas que poco tienen que ver con la Navidad.

Los extranjeros que vienen a México buscando vivir la experiencia auténtica de sus fiestas tradicionales regresan decepcionados al ver que éstas se han comercializado y convertido en grandes reventones que desvirtúan siglos de tradición. Para nuestro país esto es una gran desgracia, no sólo porque vemos morir tradiciones que han caracterizado la esencia de nuestro pueblo por varios siglos, sino porque su desaparición afecta adversamente al turismo y por lo tanto, a nuestra economía.